Deja de perder el tiempo, deja de llorar, de lamentarte por lo que hiciste y por lo que no conseguiste hacer. Porque no sirve de nada. No sirve de nada lamentarte de tus errores cuando el daño ya está hecho. Olvídalos, que tan solo te sirvan para aprender una lección, y repítelos. Total, la perfección no existe.
Entonces, explícame cuál es la razón por la que no consigo ver tu maravillosa sonrisa. Dime que estoy ciega, pero no me digas que no sonríes.
No te tomes la vida tan enserio, al fin y al cabo, no vas a salir vivo de ella.
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